¿Cómo comenzamos?

La historia de Kelele África se origina antes de su fundación. Sus fundadoras, Eva y Chelo se conocieron en Madrid mientras trabajaban como voluntarias en proyectos de ONGs en diferentes países. Decidieron viajar juntas a Uganda, donde nació su profundo vínculo con el país. En 2011, un joven ugandés especializado en Derechos Humanos pidió ayuda para un grupo extremadamente vulnerable: las mujeres viudas de su comunidad. Estas mujeres, al perder a sus esposos, se quedan sin recursos económicos, lo que las hace aún más vulnerables. La idea era clara: crear un taller de costura para enseñarles una profesión que les proporciona independencia económica. La respuesta fue un sólido "Sí". En agosto de 2011, Eva y un grupo de voluntarios españoles viajaron a Kasenda, una pequeña aldea olvidada en el oeste de Uganda. A pesar de un agotador viaje de 320 kilómetros desde Kampala, la belleza de los campos de té, los plataneros y las montañas del Rwenzori los dejó sin aliento. La calidez de los niños que les dieron la bienvenida contrastaba con la pobreza extrema que asolaba la región. Mientras se construía el taller de costura, los voluntarios se integraron  con los niños de la comunidad, dando clase de inglés y pintura en aulas sin ningún tipo de recurso, pero en un ambiente único. Lo que comenzó como un modesto taller de costura se convirtió en un compromiso mayor: trabajar en proyectos con comunidades pequeñas para generar un efecto dominó de cambio positivo. En noviembre de 2011, iniciaron los trámites para fundar oficialmente Kelele África, una asociación sin fines de lucro registrada en España desde 2012 y en Uganda desde2013. Así comenzó el viaje de Kelele África en Uganda, haciendo ruido por el bien de las comunidades necesitadas en Kasenda y más allá.